martes, 12 de enero de 2016

miércoles 12 de noviembre de 2008

Sin perdón  

A veces uno, yendo de aquí para allá, encuentra la explicación de cosas que a primera vista no la tienen. Eso me ha pasado hoy cuando navegaba por El País. Allí encontré éste artículo esclarecedor

"...una escandalizada beligerancia, pero detrás de estas precipitadas muestras de indignación se distingue una escalofriante mueca de pavor, una desesperada angustia, un sacramental y espantoso lamento. Como si una trompeta surgida de los oscuros lindes del tiempo tronara anunciando la resurrección de los muertos y éstos regresaran a reparar las cuentas pendientes que los vivos quisieron olvidar."

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¡Acojonante! ¡Qué verbo! Nada tiene de extraordinario que al tipo que es capaz de semejantes florilegios le hayan nombrado, ni más ni menos que director de Relaciones Institucionales del Grupo PRISA y de la Oficina del Autor.

Se explica todo. Me refiero a que el diario buque insignia de ese mentado Grupo Prisa sea el de mayor tirada en lengua Española. Porque a ver a quién que sea medianamente culto no le van a chiflar semejantes demostraciones de dominio, tanto del lenguaje como del recto pensar. Y, encima con ese sentido del humor. No, si ya digo, comprendo perfectamente a los "prisadictos". Uno, que es tan lento...


 

sábado 15 de noviembre de 2008

Cópulas que no cúpulas


Me pide Jacobus opinión sobre las estrambóticas pinturas que el Sr. Barceló está proyectando sobre la cúpula de un edificio construido para cumplir funciones de Templo de la Educación, Ciencia y Cultura del Mundo Mundial. Lo siento, Jacobus, pero en asuntos de ARTE soy un reconocido zote. Si el señor ese, Barceló, tiene tanta fama será por algo, pienso. Sea porque pinta como los ángeles, sea porque es un lince para relacionarse y venderse, en cualquier caso, me rindo ante sus habilidades. Ahora bien, de lo que si entiendo por lo que me afecta es de la pasta. Si es verdad que el Gobierno Español se ha gastado 20 millones de Euros en tamaña empresa tendré que considerar que nuestros representantes han estado una vez más a la altura de lo que se espera de ellos... es decir, que se vean bien las migajas que el hidalgo lleva sobra la pechera... que provengan de los mendrugos que mendigo el Lazarillo... eso a quién le importa.

En cualquier caso, para que esta entrada no adolezca de inanidad, os envío al artículo que
Irene dedicó al asunto hace unos días.

domingo 23 de noviembre de 2008

Bail out



Como de todos es sabido, no hay mal que por bien no venga. Y así es que, de éste "hangover" que ahora nos embelesa, sacamos un enriquecimeinto de nuestro por siempre deseado y nunca conseguido dominio de la lengua de Shakespeare. Así, por ejemplo, hemos sabido que "se acabó el cachondeo" o "estalló la burbuja", es mucho más elegante decirlo tal que así: "The party is over". Lo mismo que, ya va para medio siglo, todo el que quiso se pudo enterar que un plan como los que le gustaría poner ahora en práctica al presidente Zapatero para salvar los trastos, se dice en un santiamén con un simple y escueto "new dial". Que es lo mismo, más o menos, aunque un poco más rebuscado, que el ya famoso "bail out" que ahora nos traemos entre manos. Planes de salvación a la brava, ambos dos, con mucho buldozer por todas partes metiendo ruido, que de eso no va a haber quién nos libre. Y por tal es que pienso que acaso la cosa todavía queda mejor en francés, que le dicen "plan de sauvetage", que no por ser de salvación deja de tener un toque como de sabotaje, o sea...

Bueno, en realidad, si nos atenemos a cierta lógica "prisamaniaca" la cosa se podría decir que tuvo sus inicios cuando a D. Jorge Arbusto se le metió en la cabeza darle "showdown" a Sadam. De ahí para adelante no hemos dejado de ir de mal en peor. Lo que es la historia, una mala cabeza en el lugar equivocado y todo se tuerce y, hale, a joderse tocan. En fin, menos mal que tenemos el consuelo de tener bien identificado al "scapegoat" (en français, Le Bouc émissaire), que ya se sabe lo que duele la incertidumbre sobre la procedencia de tortazo.

Pues sí, es que ese D. Jorgito es un desastre. No coordina. Dos acciones a la vez y ya está loco. Si saluda a la vez que sube la escalerilla del helicóptero inevitablemente dará un traspiés, y, luego, como colofón, se pegará un coscorrón al traspasar el umbral de la carlinga. Y si come una galleta mientras ve un partido de béisbol, pues ya recuerdan lo que pasó.

Ya digo, la HISTORIA, tan caprichosa ella. Con lo bien que lo había hecho Clinton y después, sin saber cómo ni por qué, vamos y elegimos a este descerebrado. Seguro que fue porque, de tanto como habíamos progresado, estábamos todos de celebración, bebiendo y bailando por el Citerón. Y que nadie me diga que él no, porque os conozco bien a todos.

Pero tranquilos, que no pasa nada. Una cosa trae inevitablemente su contraria. Y por eso es que un Dioniso trae un Apolo. Y ahí le tenéis ya: Obama. O sea que, ya sabéis: bajad ya de una vez del Citerón y comenzad a tomar distancias. Veréis que pronto se hace la luz.

viernes 28 de noviembre de 2008

Dinero de plástico


Siempre que voy al supermercado, la gasolinera o a donde quiera que sea para consumir, al ir a pagar, infaliblemente, la cajera, o el cajero, me preguntará: ¿tiene tarjeta...? Día, si es en Día. Repsol, si es en Repsol. Millones de posibilidades. Suelo hacer como que no he oído nada y la operación por lo general sigue su curso sin incidencias que reseñar. Pero, a veces, por lo que sea, entro al trapo y digo que no. Y ahí suele quedar el lance... aunque no siempre: en ocasiones el empleado, por principiante con ganas de triunfar, o porque le han ofrecido una prima por cada nueva tarjeta que consiga encajar, o por lo que sea que se me escapa, va e insiste: ¿Y no quiere que le hagamos una? Y ahí es, entonces, cuando aprovecho para exhibir mi mucho y ya demostrado ingenio: "si me regaláis un camión para llevar todas las tarjetas que me ofrecen, de acuerdo", les digo. Alguna vez he creído percibir que la gracia hallaba cierto eco. En tal caso, suelo proseguir con mi manía pedagogía: ¿No has visto -tuteo- una película titulada "Rosalie va al supermercado"?

Todo el rollo que acabo de largar viene a cuento de que leyendo hoy un artículo en Le Monde sobre la economía que están llevando a cabo los laboristas ingleses para salir de la crisis, me ha venido a la memoria una vez más esa ingeniosa película. Porque es que parece que todo lo que proponen los grandes gurús de la economía para salir del atolladero en el que estamos lo han aprendido en ella.

La cosa va más o menos así: Rosalie vive en mitad del campo en donde su marido se dedica a fumigar los cultivos con una avioneta. Con unos cuantos hijos y tal, van tirando de mala manera. Pero el caso es que les gusta el consumo a rabiar. No hay goce para ellos que se pueda equiparar a contemplar los anuncios de la televisión en familia. Todo lo demás les importa un carajo. Los ven una y otra vez, los comentan, y siempre con el máximo deleite. Y como el deseo azuza el ingenio, Rosalie hace de mangas, capirotes. Así es que recolecta todas las tarjetas de crédito que le ofrecen, miles, y no se corta un pelo en hacer uso de ellas hasta el límite permitido. Cien dólares de ésta, cincuenta de aquella, al final, son tantas las pequeñas deudas que acumula que el monto total es de todo punto impagable. Desenlace: le llaman del banco para proponerle un gran préstamo con el que pueda poner una empresa de avionetas fumigadoras. Esta será, piensan los banqueros, la única posibilidad que tendremos de recuperar algo de lo prestado. Si funciona el negocio de la fumigación, clara está.

Bueno, creo que la película era más o menos así, pero no lo aseguraría porque la vi en una época en la que fumaba muchos porros. Pero para el caso es igual, porque a lo que quería ir es a que la ecuación de la película es la misma que la de la rampante actualidad: si no puedes pagar la deuda contraída, te concedemos un crédito para que la pagues. ¿Y quién concede el crédito si nadie tiene un duro?, preguntara el sagaz aguafiestas. Elemental, Watson: el que controla la manivela para hacer los billetes... o los chinos, que si no nos prestan, no les compramos nada y se hunden.

Es muy fácil de entender.

domingo 30 de noviembre de 2008

De piedra


Sí, si, de piedra he quedado al leer
esta noticia. Si seré pacato, porque al personal, por lo que he podido ver, le ha dejado indiferente. 360.000,00 € por una entrevista a un camarero en una televisión carajonera. Y hace cuatro días, 120.000,00 del ala por semejante procedimiento. Su mérito: haber estado en la cárcel por enriquecimiento ilícito a costa del erario público cuando ocupó un cargo municipal. Se imaginan, el sueldo de toda una vida de muchísimos honrados trabajadores por media hora de chismes de cara al respetable. O cinco o seis años de trabajo de un profesional con mando en plaza. ¡Anda que no es listo el Cachuli ese o como le digan!
Pero bueno, lo que me tiene atónito es el montante recibido por semejante babosada. Y más atónito todavía que la noticia haya pasado, como quien dice, desapercibida para el equipo habitual de guardianes del crucifijo. Y más, como se suele decir, en las actuales circunstancias.
En fin, cosas veredes...

Sombras nada más



Lo había presentido, pero hasta leer
este artículo no he sido consciente de que vivo en Jauja. O El Dorado, que para el caso es lo mismo. Es que, ¿saben?, tengo sesenta y seis años.

No sé si alguien de entre la legión de mis lectores recordará que hace días dedicaba unas lineas a glosar otro artículo del mismo rotativo, Le Monde, en el que se mantenía la tesis de que esto que estamos llamando crisis económica lo que es en realidad es una revolución de las que siempre acaban por llegar cuando un colectivo de privilegiados, los mayores de sesenta años en este caso, está oprimiendo a la masa de desfavorecidos, los jóvenes mayormente.

Bien, pues ya ven como van encajando las piezas del puzzle. Nacimos cuando recién acababa de terminar la gran masacre. Los años de hambruna que la siguieron, ni nos enteramos. Cuando empezamos a tener uso de razón las cosas ya tenían el aire, y la arrogancia, del éxito. Toda la juventud y madurez fue un puro ir mejorando. De la bicicleta al "cuatrocuatro", y de ahí al vuelo "charter". Una ascensión fulgurante. Y ahora, sexagenarios, con pensión asegurada, viagra, taller de reparaciones en cada esquina, y tal, también tenemos Benidorm. Así es que, como diría mi madre, más suerte que si fuésemos buenos.

Pero, ya digo, hay sombras en el horizonte. Los jóvenes empiezan a darse cuenta. ¡Putos viejos arrogantes! Si no sueltan la pasta habrá que liquidarles. Nada nuevo por otra parte. Lean a Juvenal y sus coetáneos y verán hasta que punto la historia se repite

jueves 4 de diciembre de 2008

Uno de los nuestros

 

Lean éste titular. Es la típica muletilla que no es que no quiera decir nada, es que quiere decir exactamente lo contrario de lo que dice. O sea, que ETA logrará, cual fue el caso con Lemoniz y la autopista de Leizarán, sus objetivos. También entonces se hartaron de decir lo mismo. Y también cada vez que hay un atentado. Como si fuera un mantra tántrico con poderes terapéuticos. Y ya llevan treinta años imponiendo su dictadura de terror. Y han mandado al exilio a cientos de miles de personas. Y han conseguido que toda la chusma diga que en el País Vasco, si no te metes en nada, se vive divinamente.


Es descorazonador. Y sobre todo lo es porque sabemos quienes son los padrinos. Y nos obligan a respetarles. No sé. Se me escapan los intereses que puede haber detrás de tan asesina permisividad. Porque, ¿tan problemático sería suspender la autonomía y mandar a todos los del PNV a ganarse la vida cuidando ovejas, que es lo suyo?

Un último apunte: sería la mar de interesante saber a qué partido político prodigaba sus simpatías el recién asesinado Sr. Uría. Perdónenme, pero el asunto huele que apesta a ajuste de cuentas. Entre mafiosos. Ojalá me equivoque.

  

 

 

 

¿Por qué?


Hay que reconocer que no le falta su gracia. Y utiliza el método Zapatero: quedar un par de segundos en suspenso antes de soltar, como diría un catalán,
la més grossa.

¿Por qué tanto tonto de los cojones vota a la derecha? Exactamente, ¿por qué? Con éstas dos simples palabras pronunciadas de forma inquisitiva comenzó todo este zafarrancho que nos traemos entre manos. Según dicen, fue a un tal Tales, vecino de Mileto, al primero que se le ocurrió. Vio, no sé si un eclipse de sol o qué otro inquietante fenómeno y quiso saber por qué se producía, no por nada, si no porque así, a lo mejor se podía predecir y, acaso, prevenirse de sus posibles nefastas consecuencias. Y así ha sido que desde aquel lejano entonces el personal no ha parado de preguntarse por las causas de todo, sus ¿por qué?, que es que ya no queda títere con cabeza, y sin ella, del que no conozcamos sus más íntimos intríngulis.

Bueno, mejor sería decir casi todo, porque quedan misterios. Con lo claras que están ciertas cosas, todavía hay mucha gente, tontos de los cojones, que votan a la derecha. ¡Indescifrable ¿por qué?! ¿Es que esa gente no se ha enterado de que si vota a la izquierda le van a dar todos los meses un sobresueldo? No hay en el mundo ciencia que pueda esclarecer tal enigma.

Ahora que lo que sí sabemos, o sospechamos, es el porqué del nivelazo de los políticos que administran nuestros recursos. Ya nos lo sugirió Delibes en su "El disputado voto del Señor Cayo". Mucho levantamiento de vidrio en barra libre y en los ratos libres chupar el culo al rico del pueblo. A la hispánica manera.

Y que conste que prefiero la democracia, pero ¡leches! con cierto nivel.

domingo 7 de diciembre de 2008

La lectrice



Me envía Antonio G. Corbalán un mensaje en el que adjunta tres artículos dedicados a ese tema tan caro a los españoles que es que no vemos la hora para empezar a pontificar a propósito de. A la educación me refiero. Bien, tenemos antecedentes y no mancos por cierto. Ya en siglo XII tiró el guante Abuchafar Abentofail con "El Filósofo Autodidacta". En el XVII, recoge ese guante -el niño abandonado en una isla desierta- Gracián y, ya, a partir de ahí, de "El Criticón", no queda cabo suelto que haya que correr a atar. Desde entonces, pienso, está todo dicho y sólo queda poner por obra lo que de sobra se sabe.

Pero como de algo hay que vivir o en algo hay que entretenerse, pues, ya digo, seguimos rizando el rizo mientras la voluntad de actuar, al parecer, se va por el retrete. Bien, vayamos por partes. Uno de los artículos, bien documentado y lleno de sensatez, es de Ricardo Moreno Castillo. Otro, de cuyo título, "Permitidme tutearos, imbéciles", ya se pueden inferir los contenidos, es del inefable Arturo Pérez-Reverte. Siguiendo su conocido estilo libelesco, uno sospecha que el Señor Pérez-Reverte no podría dar un paso más sin tener que liarse a hostias con quien quiera que fuese que osase una ligera objeción. Y el tercero es de mi querido Antonio Muñoz Molina. "El libro ilimitado", lo titula. Con él me quedo.


"El libro ilimitado" es un canto a la lectura. Y, de paso unos cuantos dardos envenenados a los responsables de la cosa educativa que es que parecen hechos de encargo para engarzar majadería tras majadería. "La enigmática ministra de Educación aseguró que ella no ve ningún problema en que los chicos usen el teléfono móvil mientras están en clase", apostilla Antonio. Pero, bueno, la enjundia del artículo es la descripción de un chaval que va en el metro leyendo un libro. Antonio quiere saber el titulo de ese libro y no lo consigue hasta que el chaval levanta la vista de la lectura con el gesto turbado. Entonces, lo descubre. Se trata de "El viaje al fin de la noche" de Celine. Eso lo explica todo. El chaval habrá caído sobre uno de esos pasajes que recrean las trincheras de la primera guerra mundial con el hiperrealismo pornográfico de los primeros relatos de los martirios cristianos. Es algo que engancha mucho al principio, pero acaba por repugnar. La lectura, en fin, tantas vidas vives como libros lees.

Y en esas estaba cuando, anoche, por casualidad, caigo en este pasaje de las memorias, "Radiaciones", de Jünger. Dice:

"Kirchhorst, 24 de julio de 1945

Nunca dejarán de ser un consuelo los libros, cual naves ligeras y fiables para realizar viajes por el tiempo y por el espacio y más allá.

Mientras se tenga un libro a mano y ocio para leer, ninguna situación podrá ser desesperada, carecer completamente de libertad. En el Bosquecillo 125 estábamos rodeados a derecha y a izquierda por neozelandeses, caían lluvias torrenciales sobre los agujeros en que nos encontrábamos y en ellos concentraban su fuego tanto nuestra propia artillería como la artillería inglesa. Yo estaba tendido en un enrejado de madera colocado encima del suelo encharcado, y por arriba me protegía un simple techo de chapa ondulada. Pero al mismo tiempo me encontraba en el Berlín de los años setenta del siglo pasado, pues leía Irrungen, Wirrungen (Desvaríos, enredos), de Fontane. Paréceme incluso que tengo un recuerdo más vivo de los pormenores de la novela que de las incomodidades sufridas en aquella posición. Es un indicio de la libertad espiritual que puede ser transmitida por la obra de arte. De ello hay que estarle agradecido al autor. Nos hace el regalo de un consuelo inestimable."

jueves 11 de diciembre de 2008

Cuidado con el cangrejo


Pues nada, que por falta de iniciativas que no quede. Ni soldado sin amor, ni hortera sin transistor, ni pueblo sin
Centro de Interpretación.

No me digan que no es genial: "combinación de volúmenes y materiales cuya transparencia proporcionan ambientes lumínicos acordes con el entorno, fusionando la naturaleza, espacios expositivos y salas interpretativas y divulgativas, dentro de un todo cultural y tradicional cuyo centro neurálgico gira en torno al cangrejo."

Y las visitas guiadas, que el cangrejo, ¡oye!, tiene su miga. Y su
peligro.

El caso es que "los proscritos", que saben todo lo que hay que saber sobre lo que nada, repta, corre, vuela y sale de la tierra, me han dicho acerca de los cangrejos de río: "no valen pa tomar pol culo. Ahora todos son de los americanos. El año pasado me regalaron un saco y lo tiré a la basura". Yo, ni entro ni salgo, pero, para mí, lo que dicen "los proscritos" va a misa.

Total, que entre el centro del cangrejo, otro que hay para la interpretación del canal y otro para la interpretación de las legiones romanas -la Macedónica en este caso-, estamos en Herrera que lo tiramos. Ya sólo nos faltan las legiones de "insersatos" corriendo de centro a centro con las preceptivas paradas para refrescar en cualquiera de los acreditas cantinas del lugar.

En fin, ya digo, imaginación para superar la crisis. En mi pueblo natal, por ejemplo, también tienen su centro de interpretación. De El Hombre Pez en su caso. Y en Poza de la Sal, ¿de qué va a ser?, pues de las salinas. Il va de soi. Y en Albacete, ¿de qué dirían ustedes?, pues no, ni de la navaja, ni del "caga y vete", no, que es, fíjense en la originalidad, de Sensibilización por la Paz. ¡Una pasada! Así que son tan buenos los de Albacete.

Desde luego, otra cosa no, pero en este país en lo que hace a la cosa de la cultura, nos salimos.

 

 

 


 

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