martes 8 de
diciembre de 2009
Le
Déjeuner sur l´Herbe
De todos es conocido que, no sé si ya Presidente o a punto de llegar a serlo, Rodriguez Zapatero estaba a falta de dos tardes de clases particulares de Economía para ponerse al nivel que se supone ha de tener una persona de su alta condición. Bueno, cualquiera sabe que sacar dos tardes libres para lo que sea no es problema para la mayoría de los mortales, pero para un Presidente...
El caso es que con dos tardes o sin ellas, al Presidente se le ha ocurrido una idea de las que "van de soi". La Economía Sostenible. O sea, lo que se dice poner el adjetivo adecuado al sustantivo inequívoco. Toda economía, por definición, sólo se puede programar para que sea sostenible y nada más que sostenible. De cualquier otra forma, sería el despelote. Imagínense que alguien saca una ley llamada de Economía Insostenible. Todo el mundo se le subiría a las barbas.
¿Sostenible? ¿Que quiere decir sostenible para el Presidente Zapatero? Uno va por ahí y observa. Sostenible, a juzgar por lo que uno ve, quiere decir poner barandillas por todas las partes para que la gente se sostenga. No sé por donde ustedes viven, pero donde yo lo hago han puesto barandillas hasta en la sopa. No va a haber Dios que se caiga a ningún sitio. Ni los que nos vendría bien que se cayesen al río y desapareciesen, ni los que, Dios no lo quiera, dan un traspiés cuando pasean por una acera. Todos, absolutamente todos, gracias a la ley de Economía Sostenible, van a tener una barandilla a la que agarrarse dada la circunstancia desafortunada.
Pero no es eso todo, gracias a la citada ley nuestros queridos conciudadanos van a tener una dilatada infraestructura para sostener sus orondos culos cuando van de merienda al campo o hacen un alto en un área de descaso cuando van por la autopista. Nuestras autoridades han puesto tantas mesas de esas que tienen adosados un banco a cada lado, que nadie tendrá que recurrir al ordinario método inmortalizado por Manet en Le déjeuner sur l´herbe. No, nuestros amados compatriotas sólo tendrán que echar un vistazo alrededor y escoger la mesa que mejor se adecue a sus intereses, ya sean éstos estéticos, ya sean de cualquier otra clase.
Mesas, barandillas y vallas. Las tres patas del banco sostenible. Miles, millones acaso, de personas han participado en tamaña empresa que, qué duda cabe, nos permitirá enfrentar el futuro con optimismo. Nadie se va a caer en adelante. Nadie va a tener que déjeuner sur l´herbe exponiéndose con ello a las mortíferas humedades de nuestros prados.
Y no hagan puto caso a esos aguafiestas que dicen que tras Dubai y Grecia, España. Ya saben, lo del catacrac.
jueves 10 de
diciembre de 2009
¿Por qué?
“No
debemos pasar por alto la probabilidad de que la introducción
constante de la creencia en Dios en las mentes de los niños produzca ese efecto
tan fuerte y [...] deshacerse de su creencia en Dios les resultaría tan difícil
como a un mono desprenderse de su temor instintivo a las serpientes”. Charles Darwin.Uno no puede evitarlo. Por lo que sea, pero no puedo evitarlo. Me refiero a la búsqueda de los "por qué" de lo que sucede. Me resisto a dejarme arrastrar por la corriente de opinión dominante. No por nada, sino porque hace mucho que sé que el sentir de las masas es incompatible con el pensamiento racional. The mob, la foule, chusma en español, guiada por las emociones primarias, tiene explicaciones para todo, siempre, eso si, a la medida de sus deseos. Wishful Thinking en estado puro. Nada que ver con la realidad. Explicaciones de tres al cuarto, en definitiva. Pasto para la retórica de los demagogos en el peor y más frecuente de los casos.
La búsqueda del "por qué" o, mejor, los "por qué", de los acontecimientos es un fascinante deporte. Para destacar en él se exige un prolongado entrenamiento. Para empezar, es preceptivo abrir la mente para que salgan de ella todas las inmundicias que allí se depositaron a causa del sentimiento de pertenencia y cosas por el estilo. Después, hay que estudiar. Sin estudios, por mucho que lo intentes a lo más que puedes aspirar a dar con la cabeza en un pesebre. El razonamiento, si no estoy equivocado, no es otra cosa que la habilidad para sacar conclusiones tras relacionar datos entre sí. Si no posees datos, olvídate de razonar. Por eso hay que estudiar. Primero para almacenar los datos; para relacionarlos con método, después. En fin, ciencia barata.
El caso es que, aquí, en occidente, llevamos unos cuantos años bastante conmocionados con el asunto ese del "islamismo". En nombre del islam se han cometido y se siguen cometiendo barbaridades sin cuento. Torres Gemelas derribadas, masacres en el metro... por no hablar de la insoportable imposición de costumbres medievales por unos recién llegados a nuestras sociedades con ínfulas de superioridad moral. Sí, la verdad es que cuesta entender por qué se soporta todo eso. Por qué no se hace uso de nuestra ingente superioridad física para acabar con todo eso de un plumazo. Sí, cuesta entender por qué las autoridades, haciéndose eco del sentir de los ciudadanos, no obligan a esos recién huidos de la miseria de sus países a acatar las mismas leyes que nos obligan a nosotros. Esas leyes que, de existir en los países de los que vienen, les habrían hecho innecesario el viaje. En definitiva, que vienen a sacarse la mugre que les puso encima su religión y costumbres y, de paso, a decirnos lo que debemos hacer para ser tan buenos como ellos e ir de cabeza a zepillarse unas cuantas huríes... en el caso de los hombres, que las mujeres no sé... acaso unos cuantos nachovidales.
Y van los suizos y dicen que no quieren minaretes en su territorio y ahí que tienes a los mandatarios de todo el mundo en un ¡Ay! Que si intolerancia, que si xenofobia... pues no se les oye etiquetar con tanta contundencia y expeditividad cuando los cristianos saltan por los aires. Sin duda, algo deben de saber ellos que los ciudadanos de a pie ignoramos. ¿Acaso saben que los islamistas poseen un arma secreta contra la que no hay defensa posible? No sé.
En fin, después de darle muchas vueltas al asunto, el único por qué que se me ocurre es que los islamistas, o sus promotores, nos tiene cogidos por los cojones cual perro gorilero. Nuestro sistema se basa en gastar más de lo que tenemos. Por lo tanto necesitamos imperiosamente que alguien nos preste la pasta. ¿Quién? Los que la tienen. ¿Quienes la tienen? Aquellos a los que les compramos el líquido elemento con lo que nos prestan a interés compuesto. Compuesto del tanto por ciento preceptivo más el tómame como soy o cierro el grifo. El jodido petróleo. Los petrodólares. No nos queda otra que "ajo y agua". Joderse y aguantarse. Tenemos minaretes para rato. A no ser que la ciudadanía, siguiendo la costumbre de Fernando Fernán Gómez, decida pasar sus vacaciones tirada encima de la cama leyendo tebeos. Pasar de Cancún, para que se entienda
lunes 14 de
diciembre de 2009
así
es casi todo en cataluña
El 'sí' gana en las consultas soberanistas con el 94,9%.
Así, con semejante noticia, abre su información el
prestigioso diario "La Vanguardia". Luego, en letra pequeña, aclaran
un poco más las cosas. Pero, ya saben, la letra pequeña sólo la leen cuatro
chiflados. Y por eso es que los que venden, siempre, y dicho en términos poco
elegantes, nos la meten doblada. Ya saben, ese rutilante
94,9% apenas es un mezquino 25% de la población de la zona más independentista
de Cataluña. Pero eso a quién le importa
si ya está lanzada "la campaña".
Los tenderos saben que lo que cuenta es el slogan. No importa mucho su calidad fonética ni sintáctica. Mucho menos su aproximación a la verdad. Lo que le hace efectivo es su repetición. Repetición ad nauseam. Porque de sobra es sabido que cuando la gente empieza a sentir arcadas la única forma que tiene de liberarse del malestar es comprar el producto.
Mil, cinco mil, cinco mil millones de veces, al día "Catalunya est nació. Prou d´expoli. Volém l´independencia". ¿A quién le importa si es verdad o mentira que el resto de los españoles estamos expoliando a los españoles de Cataluña? Por no hablar de qué se entiende en este caso por "nación". Da igual, lo único que quieren las personas con dos dedos de frente es sacarse de encima la monserga so pena de craquer. ¡Que les den la independencia y por el saco y lo que haga falta! ¡Mare meva, quim fástic qu´en fan!
Pues sí, amigos, La Vanguardia y La Caixa. La propaganda y la pasta. La una incita, la otra sostiene. El resto, tercera pata del banco, lo hace una clase política sin oficio ni beneficio.
Como dice mi vecino Rafa: "Franco vuelve, aunque sea de cabo". Es broma. Ni en broma.
Los tenderos saben que lo que cuenta es el slogan. No importa mucho su calidad fonética ni sintáctica. Mucho menos su aproximación a la verdad. Lo que le hace efectivo es su repetición. Repetición ad nauseam. Porque de sobra es sabido que cuando la gente empieza a sentir arcadas la única forma que tiene de liberarse del malestar es comprar el producto.
Mil, cinco mil, cinco mil millones de veces, al día "Catalunya est nació. Prou d´expoli. Volém l´independencia". ¿A quién le importa si es verdad o mentira que el resto de los españoles estamos expoliando a los españoles de Cataluña? Por no hablar de qué se entiende en este caso por "nación". Da igual, lo único que quieren las personas con dos dedos de frente es sacarse de encima la monserga so pena de craquer. ¡Que les den la independencia y por el saco y lo que haga falta! ¡Mare meva, quim fástic qu´en fan!
Pues sí, amigos, La Vanguardia y La Caixa. La propaganda y la pasta. La una incita, la otra sostiene. El resto, tercera pata del banco, lo hace una clase política sin oficio ni beneficio.
Como dice mi vecino Rafa: "Franco vuelve, aunque sea de cabo". Es broma. Ni en broma.
jueves 17 de
diciembre de 2009
Nieve
en el patio
Decía Eugenio D´Ors
que todos los problemas de España se solucionarían si se tirase lloviendo y
nevando quince años seguidos. Dios quiera
que ya hayamos empezado. Desde ayer a media tarde no deja de caer una nieve
fina, casi imperceptible, pero efectiva como se puede apreciar en la foto. Sí,
el personal no va a tener más remedio que quedarse en casa so pena de verse
sometido a las implacables sevicias de
una meteorología adversa. En casa, sí. La más antiespañola
de todas las costumbres. Bueno, algunos, quizás los más, intentarán escaparse
hasta el bar de la esquina, pero no creo que aguanten mucho allí dada la
carestía e inhospitalidad de la que
por lo general hacen gala esos lugares. Lugares de paso en cualquier caso, difíciles de tomar de asiento más allá del
tiempo para sorber un brebaje y comentar al vuelo la última jugada. Así que, prepárense. De entrada, es de prever, el exceso de convivencia forzada
dará un trabajo suplementario al Ministerio de la Igualdad. Tendrá que redoblar
sus esfuerzos para que las estadísticas de malos tratos no se disparen.
Igualmente, y como contrapunto de lo anterior, es de esperar un incremento en
el consumo de todo tipo de coadyuvantes
relacionados con el placer. Pero todo eso durará poco. Un año, tirando por
alto. Quedan catorce. Demasiados para pasárselos pensando en las musarañas
mientras ronronea el televisor. Sí, va a ser inevitable. Vamos a tener que leer
porque es la única opción barata e inagotable para luchar contra los estragos mentales
inherentes a las largas veladas hogareñas del invierno perpetuo. Leer, sí. Lo demás, por
añadidura. ¡Problemas al carajo!
viernes 18 de
diciembre de 2009
Il
faut mettre la vitesse superior
A mí me gustaría ser francés, entre otras muchas cosas, por lo bien que suena su idioma. Cualquiera que sea quien lo hable, pero, ya, si es Sarkozy, ni te digo. Cuando, en medio de una reunión, digamos que en Copenhague, va y dice, "il faut mettre la vitesse superior", inmediatamente comprendes, por su expresión, sus gestos, sus ojeras, que el tipo va como una moto y por eso utiliza la metáfora más adecuada. Quiere más marcha. No por nada, sino porque le va.
Pero no acaba ahí la cosa, cuando realmente te tienes que atar al mástil para no salir corriendo hacia el otro lado de los Pirineos es cuando vas y pones "France 24" y sale Lea Salamé diciendo que el Presidente Sarkozy ha dicho en Copenhague que "il faut mettre la vitesse superior".
¡Jo! ¡Qué difícil nos lo ponen! Y nosotros aquí con que si toros sí, toros no. ¡Por Dios bendito, a quién le puede importar semejante mamarrachada! Un espectáculo que como tantos otros de índole folclórica estaría ya perdido en la noche de los tiempos si no fuese por ese fenómeno de las masas oligofrenizadas que llaman turismo. Arte dicen. Y yo que me lo creo. Para arte el de Lea. Pongan, pongan "France 24" en francés y esperen a que salga. Verán puro arte del siglo XXI. El arte de dar noticias. ¿Acaso hay otro hoy día?
domingo 20 de
diciembre de 2009
Drácula
en Cañadío
Una de las cosas más divertidas, y chocante por demás, que pasan en esta España nuestra es que si tú, un suponer, pretendes un lábel de calidad para, yo qué sé, ir a tomar copas por la noche a la Plaza Cañadío, o cosa por el estilo, lo único que tienes que hacer es dejar claro ante el respetable tu aversión por lo americano. Es decir, lo americano de los EE. UU. de América. Y digo que es chocante porque esos mismos detractores son, por lo general, los que con más entusiasmo se entregan a copiar todo lo que de allí nos llega sin hacer muchos distingos entre lo que merece y no merece la pena. Pero esto nos daría para un grueso volumen de teorías, mayormente en clave freudiana, así que vamos a dejarlo para mejor ocasión.
Yo, la verdad, lo de Cañadío no lo aguanto, ni lo he aguantado nunca. Me parece que lo que pasa allí por las noches es una mezcla de Baile de los Vampiros y quintaesencia de fascismo. Lo de los vampiros, huelga explicarlo; lo del fascismo, más que nada por la imposición sobre los débiles, esa vecindad que lleva años atormentada sin que a nadie le importe un rábano. En fin, pelillos a la mar.
A donde quería llegar es a que de EE. UU. nos llegan joyas impagables como "Northern Exposure". En España se conoce esa serie televisiva como "Doctor en Alaska". Así, por decirlo de forma simplificada, es un canto a la anarquía en su sentido más puro, el de asociación voluntaria de individuos libres para vivir de la mejor forma posible en una naturaleza hostil. Los contratos son de palabra. Los liderazgos, débiles y en función del prestigio. Políticos ni por asomo. Etnias, pero sólo para no tener que divertirse con todos a la vez. Y la calidad de las referencias: Thoreau, Nietzsche, Schopenhauer, Jung, Whitman...
El caso es que algo de eso es lo que son los EE. UU. de América. Les guste o no les guste a los de Cañadío. Y si quieren comprobarlo sólo tienen que poner en google "Portland Plan" y fisgar un rato por lo que aparecerá en pantalla. Portland es una ciudad de Oregón. Precisamente del Oregón en el que está rodada la serie de la que hablo. Bien, pues en Portland están sacando los coches de la ciudad, poniendo trenes ligeros, carriles bici, parques. Están potenciando negocios basados en el conocimiento, en concordancia, por supuesto, con la asignación de todo tipo de recursos a la enseñanza. Y más cosas sensatas de las que aquí estamos todavía a años luz. Pero lo mejor de todo, ¿saben qué es? Pues que apenas hay políticos por medio. Son las asociaciones ciudadanas las que promueven ese progresivo instalarse en el siglo XXI. Es decir, el siglo de la muerte de Drácula. Y de Cañadío, espero.
jueves 24 de
diciembre de 2009
Agárrense
que vienen curvas
Hay días que los periódicos vienen estupendos. Bueno, para ser exactos habría que decir más estupendos que de ordinario. Hoy por ejemplo nos hemos enterado de que Paris Hilton duerme con una cerda. Una pequeña cerda muy limpia y cariñosa que se acurruca entre Paris y su novio Doug. "El amor que dan es incondicional", ha dicho Paris refiriéndose a sus mascotas -tiene trece-, sin especificar, ¡oh, cielos!, si en dicha categoría incluye o no a Doug . Para mí que sí. Por cierto que Doug ha dicho: "yo también duermo con una cerda".
Otra noticia de hoy de las que hacen época son esas declaraciones que ha hecho una alta representante del Partido Sociolisto. Ha dicho a propósito de la Historia: "no queremos hacer una versión distinta de la que dieron los fascistas, no queremos más versiones, sino una historia contada desde la ciencia". Fantastic, que hubiese dicho el Richard Burton de "La noche de la iguana" de haber escuchado tal maravilla. Por fin parece haberse encendido la luz en casa de los que todavía abrigaban esperanzas de ganar la Guerra Civil a golpe de "versiones".
Pero la estupendez más estupenda nos la brinda un artículo de un tal Ignacio García de Leaniz. Nos advierte de que a la vuelta de la NAVIDAD se nos van a caer encima los palos del sombrajo. Es decir, todos esos Bancos y Cajas que según el dictamen de los expertos gozan de inmejorable solvencia precisamente a causa de su españolidad. Bueno, la verdad es que, yo, cuando escuchaba tal tipo de chuvinadas, automáticamente recordaba aquello de: "a continuación, desde una tribuna levantada al efecto, Su Excelencia pronunció un trascendental discurso". Y no es que me crea a pies juntillas lo que dice el Sr. García de Leaniz, ni mucho menos. Pero una mosca detrás de la oreja si que vengo teniendo desde hace mucho tiempo. Porque es inexplicable la vida que lleva en este país, yo qué sé, por poner un ejemplo, un obrero de la FASA. O un campesino de tres al cuarto. O un jubilado de lo que sea. Por no hablar ya de un tabernero troglodita, que esos, ¡madre mía!, todos con su XANADU.
Sí, a qué engañarse, algo raro tiene que haber. Quizá esos 800.000 millones de euros que, según dice Ignacio, deben los Bancos y Cajas. A saber... pero, en cualquier caso, alguien esta pagando la juerga. Porque la juerga es de verdad. Y nosotros no la estamos pagando. Lo demás, no sabemos.
Bueno, para qué seguir. Que tengan unas felices Novedades.
viernes 25 de
diciembre de 2009
Stay
put. La última herejía.
Don't blame the system for winter travel chaos. Stay put.
El caso es que, por si no teníamos ya bastante, viene este
tal Simon Jenkins y nos lanza la más inimaginable de
todas las provocaciones: Stay put. Ahora precisamente, cuando después de tantas luchas y sufrimientos
parecía que ya habíamos encontrado la panacea de todos nuestros males, ya
saben, ansiedad, baja autoestima,
aburrimiento...
Se necesita profesar una religión para escapar a todo eso. Una religión potente que no admita fisuras. Sin herejes. Y hogueras siempre encendidas por si aparece uno.
Yo ya dije lo mío a propósito de esa nueva religión. Y luego me metí debajo de tierra para que no me encontrasen.
La búsqueda del paraíso y, luego, ya, una vez hallado, dedicarse al cultivo de la sofisticación de las papilas gustativas. En eso consiste todo. Digna sustituta de aquella que un día nos dijo que era igual que un rayo de sol que pasa por un cristal sin romperle ni mancharle. O de aquella otra que vino después, que nos hacía a todos buenos y pretendía que todo era de todos. La Gran Mascarada la acabaron llamando y se vino abajo. Pero no cejaron y se sacaron de la manga que era cojonudo considerar que nacer donde habías nacido era lo mejor que te podía haber pasado porque ello te hacía grande, mucho más grande que los vecinos del otro lado de la frontera. En ello siguen algunos retrasados, pero, ya digo, está siendo sustituida a toda mecha por paraíso y papilas. ¡Y qué paz, madre mía! Y ahora viene este hijo de perra y nos dice que Stay put. Stay put tu puta madre, cacho maricón, que como te pille vas a la hoguera de cabeza.
Se necesita profesar una religión para escapar a todo eso. Una religión potente que no admita fisuras. Sin herejes. Y hogueras siempre encendidas por si aparece uno.
Yo ya dije lo mío a propósito de esa nueva religión. Y luego me metí debajo de tierra para que no me encontrasen.
La búsqueda del paraíso y, luego, ya, una vez hallado, dedicarse al cultivo de la sofisticación de las papilas gustativas. En eso consiste todo. Digna sustituta de aquella que un día nos dijo que era igual que un rayo de sol que pasa por un cristal sin romperle ni mancharle. O de aquella otra que vino después, que nos hacía a todos buenos y pretendía que todo era de todos. La Gran Mascarada la acabaron llamando y se vino abajo. Pero no cejaron y se sacaron de la manga que era cojonudo considerar que nacer donde habías nacido era lo mejor que te podía haber pasado porque ello te hacía grande, mucho más grande que los vecinos del otro lado de la frontera. En ello siguen algunos retrasados, pero, ya digo, está siendo sustituida a toda mecha por paraíso y papilas. ¡Y qué paz, madre mía! Y ahora viene este hijo de perra y nos dice que Stay put. Stay put tu puta madre, cacho maricón, que como te pille vas a la hoguera de cabeza.
miércoles 30
de diciembre de 2009
Por
nada del mundo te lo pierdas
“Iba
muy aconhortado Andrenio con el único remedio que le diera (Quirón) para poder
vivir, y fue que mirasse siempre el mundo, no como ni por donde le suelen mirar
todos, sino por donde el buen entendedor Conde de Oñate: esso es, el contrario
de los demás, por la otra parte de lo que parece; y con esso, como él anda al
revés, el que mira por aquí le ve al derecho, entendiendo todas las cosas al
contrario de lo que muestran.” Baltasar Gracián.
Noticia de primera plana en todos los medios del mundo mundial. Aparece la guitarra de juguete que Picasso fabricó para hija. Alguien se la había apropiado y la tenía escondida en el fondo de un armario en una caja de cartón de guardar zapatos. Genial. En adelante, las hordas de turistas ya podrán ir al museo de turno a extasiarse ante la prodigiosa producción. Y ríete tú de las de los Hermanos Conde, herederos de Esteso. Que sean las preferidas de Paco de Lucía poco quiere decir. ¿Acaso por eso van a peregrinar los turistas para verlas? Desde luego que no. Entonces, ¿à quoi bon?
Primera e incontrovertible ley de la lógica en vigor: lo que no atrae turistas ya se puede ir al diablo. Segunda: lo que atrae turistas es sagrado por definición. Tercera: el que no turistea vive en el limbo.
Y no hay más tela que cortar.
jueves 7 de
enero de 2010
Valoración
Realmente esto del "internet" nunca deja de sorprender. A poco que uno se fije se encuentran datos interesantes para comprender el mundo que vivimos. Son, a veces, pequeñas indicaciones, que no por pequeñas son menos ilustrativas si sabemos interpretarlas.
Pondré un ejemplo. Vayan a este artículo. A cualquiera que tenga dos dedos de frente le parecerá la mar de razonable. La superpoblación mundial es lo que nos lleva inexorablemente a la ruina. La superpoblación o, por mejor decirlo, la venganza de los miserables. Toda esa famélica legión que canta "La Internacional" por el día y por la noche fornica hasta la extenuación. Porque no se engañen, por muy hambriento que uno ande, para "verter en vaso idóneo" siempre quedan fuerzas. Y ganas. Y, además, a lo que salga de la diversión siempre lo puedes mandar a escarbar en los basureros que algo que traer a casa siempre se encuentra en ellos.
Bien, pues si se fijan en la parte superior derecha del artículo citado encontrarán la palabra valoración y debajo de ella unas estrellas. Si haces click en la estrella de la derecha quiere decir que valoras mucho el artículo. Si clickas en la de la izquierda, poco. Así, con los diferentes clickeos de los lectores se va haciendo una valoración estadística. Si todas las estrellas están oscurecidas quiere decir que los lectores consideran valioso el artículo. Si sólo está oscurecida la de la izquierda, que es una mierda -perdón por el pareado-. Bueno, pues en este caso concreto verán que la valoración es mierdosa. Es decir, que, con todas las limitaciones que tienen este tipo de encuestas, podemos sospechar con cierto fundamento que los lectores de ABC piensan sobre la superpoblación lo mismo que pensaba Carlos Marx o, por ponerlo más cercano, que Isabel Tocino que, cuando ministra de la cosa ambiental, dijo que el Planeta Tierra podía mantener sin problemas a quince mil millones de seres humanos. Todo es cuestión de organización, añadió.
Así corre el mundo, que diría Critilo. Nos vamos de cabeza al abismo porque Dios así lo quiere. Y cuando digo Dios me estoy refiriendo a los lectores del ABC y todos los que la meten donde no debieran. En fin, releeremos a Malthus a ver si se nos ocurre algo.
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